Me
gusta que me llames Amor…
Porque
no hay palabra más dulce a los oídos,
ni
fragancia mas exquisita que la sinceridad.
Me
gusta que me llames Amor…
Porque
al escucharte me recuerdas
que manifestarlo es el propósito.
Me
gusta que me llames Amor…
Porque
reconoces ese sentimiento emocional,
que
nos hace temblar como una hoja por el viento sacudida,
al
abrir nuestro corazón a los hermanos desvalidos.
Me
gusta que me llames Amor…
Porque
eso somos en Esencia:
Sois
Amor, sois paz, sois dulzura en el
interno,
sois mansedumbre que se extiende en oleadas
pequeñas
y luego
se convierten en oleadas gigantescas,
en
efluvios que pueden irradiar la magnanimidad
y
la grandeza de tu Ser.
Porque
Dios es Amor,
y
al reconocer en ti su Esencia,
su
imagen, que sois vos misma,
será
una presencia Divina;
hermosa
como un rayo de luz de la mañana,
como
la alborada después de la noche,
como
la estrella que titila en el firmamento con su intensa luz,
como
el retorno del ser amado
después
del tiempo en que estuvo ausente.
Así
será vuestra presencia
irradiando
ese Amor Divino.
Me
gusta que me llames Amor…
Porque
es la fuente inagotable de Sabiduría,
que
nos enseña la mansedumbre, la humildad,
la
misericordia por los que se equivocan, el perdón…
Como
me gusta que me llames Amor…
Pues
todo se sintetiza en Amar.
***
¡Oh
Padre Mío! Padre de los Padres… Padre de la Creación…
Que venga
a nosotros tu Santo Reino, que es el reino del Amor, de la Paz, de la Armonía,
para que se haga tu voluntad aquí en la Tierra, tal como se hace en los Cielos y
podamos Perdonar y Amar a los que nos hieren, a los que nos maltratan, a los
que nos maldicen, a nuestros enemigos.
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