sábado, 11 de febrero de 2012

AMOR






Me gusta que me llames Amor…
Porque no hay palabra más dulce a los oídos,
ni fragancia mas exquisita que la sinceridad.

Me gusta que me llames Amor…
Porque al escucharte me recuerdas
 que manifestarlo es el propósito.

Me gusta que me llames Amor…
Porque reconoces ese sentimiento emocional,
que nos hace temblar como una hoja por el viento sacudida,
al abrir nuestro corazón a los hermanos desvalidos.

Me gusta que me llames Amor…
Porque eso somos en Esencia:
Sois Amor, sois  paz, sois dulzura en el interno,
 sois mansedumbre que se extiende en oleadas pequeñas
 y  luego se convierten en oleadas gigantescas,
en efluvios que pueden irradiar la magnanimidad
y la grandeza de tu Ser.

Me gusta que me llames Amor…
Porque Dios es Amor,
y al reconocer en ti su Esencia,
su imagen, que sois vos misma,
será una presencia Divina;
hermosa como un rayo de luz de la mañana,
como la alborada después de la noche,
como la estrella que titila en el firmamento con su intensa luz,
como el retorno del ser amado
después del tiempo en que estuvo ausente.
Así será vuestra presencia 
irradiando ese Amor Divino.

Me gusta que me llames Amor…
Porque es la fuente inagotable de Sabiduría,
que nos enseña la mansedumbre, la humildad,
la misericordia por los que se equivocan, el perdón…

Como me gusta que me llames Amor…
Pues todo se sintetiza en Amar.
***  

¡Oh Padre Mío! Padre de los Padres… Padre de la Creación…
Que venga a nosotros tu Santo Reino, que es el reino del Amor, de la Paz, de la Armonía, para que se haga tu voluntad aquí en la Tierra, tal como se hace en los Cielos y podamos Perdonar y Amar a los que nos hieren, a los que nos maltratan, a los que nos maldicen, a nuestros enemigos.