lunes, 18 de abril de 2011

SABER ESCUCHAR



 Escuche bien las críticas
Cuando hablamos muchas veces no nos comunicamos, porque no escuchamos.  Saber recibir críticas es sobre todo saber escuchar.


1.   Escuchar es un proceso activo, no pasivo.
Cuando le hablen trate de comprender no  sólo las palabras, sino también los sentimientos y las emociones de quien le está hablando.  Ayúdele a expresar lo que le quiere comunicar.  Capte todo el sentido de su mensaje, no sólo sus palabras.


2.   Piense con el otro, no para el otro.
Por regla general sólo respondemos a nuestras necesidades y pensamos que otros deberían pensar como nosotros, sino lo hacen enseguida los juzgamos mal.  Para que una conversación sea constructiva, no hay más remedio que pensar con el otro.  Si usted lo hace, verá que el otro dejará de pensar para usted y se esforzará también en pensar con usted…por lo menos si se trata de persona inteligente!


3.   Pregúntese:
¿Qué está tratando de decirme? ¿Qué significa para él estas cosas que me está diciendo? ¿Esta situación como la ve él? ¿Cómo la veo yo? ¿Por qué no concordamos? ¿Existe la posibilidad de acercar nuestros puntos de vista?


4.   La comunicación no es sólo verbal.
Las expresiones de la cara, las posiciones del cuerpo,  el movimiento de las manos y de los ojos, así como el ritmo de la respiración son claves que le ayudan a comprender el mensaje.


5.   Escuchar puede ser más importante que hablar.
Contrariamente a lo que ciertas personas creen,  escuchar puede ser una manera de comunicar por lo menos tan efectiva como hablar.  Por ejemplo, es difícil decir a alguien que usted realmente lo aprecia, pero si lo escucha le está comunicando: “Yo tengo interés en ti como persona y pienso que lo que tu sientes y piensas es importante.  Y aunque yo tenga otra opinión sé que lo que tú piensas es importante para ti.  Sé que puedes hacer una contribución importante y no estoy tratando de cambiarte o evaluarte.  Sólo quiero comprender lo que me estás diciendo.  Pienso que vale la pena escucharte y quiero que sepas que soy el tipo de persona con quien puedes hablar”.  También observe lo que usted comunica cuando no quiere escuchar.


6.   Sus propias emociones son obstáculos peligrosos.
Cuando sus emociones están más intensas es importante escuchar, pero también es cuando escuchar es lo más difícil.  Porque cuanto más está usted participando menos comprensión tiene para las emociones y los argumentos de los demás; en estos momentos respondemos a nuestras necesidades, sin tener en cuenta las de los demás.


7.   Escuchar es contagioso.
Si usted escucha, también lo escucharán.  Si usted trata además de comprender lo que alguien le está diciendo ganará un “oyente potencial”.  También le escucharán a usted y tratarán de comprenderlo.
Ojalá estas pocas consideraciones prácticas le ayuden en sus esfuerzos de comunicación dentro de su grupo, escuela, empresa, con sus amigos y … en su casa! Recuerde que mucho depende del clima de confianza en el cual sus decisiones se están desarrollando.